Las instalaciones de refrigeración se han vuelto imprescindibles en diferentes áreas de nuestra vida cotidiana. Estas garantizan la climatización perfecta en edificios, procesos industriales fríos y permiten almacenar alimentos por más tiempo así como congelarlos. Sin embargo, las ventajas de las instalaciones de refrigeración van acompañadas de un consumo elevado de recursos que aumenta cada vez más a nivel global y contamina el medio ambiente. Por esta razón es de suma importancia planificar las instalaciones de forma profesional para la tecnología de refrigeración y climatización así como manejarla de manera eficiente.

Una instalación de refrigeración es un sistema de tuberías cerrado y hermético, idealmente, en el que circula un refrigerante. Un refrigerante es una sustancia de servicio que absorbe calor en caso de una temperatura y una presión bajas y que emite calor en caso de una temperatura y una presión más elevadas. Los llamados circuitos refrigerantes de compresión constan de cuatro componentes principales, como mínimo, los cuales se describen a continuación de forma breve y más detallada. Las sustancias de servicio de la instalación de refrigeración son el refrigerante y el aceite en el compresor. Su elección depende de la respectiva aplicación en combinación con la carga ecológica.

En este sentido es necesario que:

• la fabricación de los componentes, 
• el potencial de riesgos de las sustancias de servicio en caso de una fuga o un accidente, 
• la energía motriz requerida para la disponibilidad de la refrigeración y 
• la eliminación de la instalación tras finalizar su vida útil se incluyan en la evaluación y la elección.

Un excelente valor comparativo en las bombas de calor es el COP (Coefficient Of Performance) o el EER  (Energy Efficiency Ratio) en instalaciones de refrigeración. Este coeficiente refleja la relación entre la utilidad y el esfuerzo en un punto de funcionamiento especial de la instalación con respecto a un momento determinado.

Si se quiere considerar la eficiencia de la instalación de refrigeración a lo largo de un año, el SEER (Seasonal Energy Efficiency Ratio) se encarga de emitir informaciones más significativas. Además del funcionamiento con carga máxima y el punto de diseño, aquí también se incluye el funcionamiento con carga parcial de la instalación de refrigeración. Debido a las diversas condiciones ambientales presentes durante un año, la consideración de la carga parcial asume un papel muy importante.

¡Una regulación eficiente del rendimiento del suministro de refrigeración es obligatorio (convertidor de frecuencia para la regulación del rendimiento del compresor y la regulación de las revoluciones de los condensadores o los ventiladores del intercambiador de calor)! Una utilización adicional y complementaria de los medios de almacenamiento térmicos (p. ej. acumulador de hielo) puede equilibrar las cargas parciales o las cargas máximas y garantizar una seguridad de funcionamiento más elevada y una mejor disponibilidad de la instalación.