La ventilación de las cabinas de flujo laminar microbiológicas es fundamental a fin de proteger productos y muestras contra impurezas y proteger a los empleados y al medio ambiente contra posibles materiales peligrosos. Una cabina de flujo laminar tiene una abertura de trabajo a través de la cual el usuario puede realizar los procesos de trabajo y la manipulación de los materiales, pero está diseñada de modo que el usuario quede protegido, el riesgo de contaminación del producto o contaminación cruzada sea mínimo y la salida de impurezas de sustancias suspendidas en el aire y distribuidas dentro de la cabina de flujo laminar se controle mediante el aire circulante filtrado a través de un método adecuado y mediante la filtración del aire de salida. Para controlar todos estos parámetros, la norma DIN EN 12469 establece la comprobación de la relación de ventilación y el caudal volumétrico del aire dentro de la cabina.
- Medición fiable de la velocidad del aire incluso en velocidades bajas
- La corriente de entrada de aire debe controlarse mediante el filtro HEPA
- Las iluminación y el nivel de ruido son parte de las mediciones requeridas