En el mantenimiento de los edificios y las instalaciones técnicas, la termografía ha evolucionado hasta convertirse en un ayudante indispensable. A través de la radiación infrarroja invisible no solo es posible supervisar el funcionamiento y el estado de las instalaciones eléctricas y mecánicas de forma segura. Los puntos débiles y el desgaste también pueden detectarse oportunamente y de modo no destructivo permitiendo soluciones oportunas. Además, la termografía brinda servicios excelentes para el control de calidad y la medición del nivel de llenado de instalaciones técnicas de producción.

En el Facility Management permite, por ejemplo, la regulación perfecta de las instalaciones de calefacción así como la revisión sencilla y segura de las instalaciones eléctricas. No es extraño que el uso de la termografía sea exigido en distintas normas y directivas y que algunas empresas aseguradoras les exijan a sus clientes examinar periódicamente sus instalaciones y mecanismos asegurados mediante la termografía. En consecuencia, las empresas que renuncian a las inspecciones termográficas regulares corren riesgos financieros y legales considerables en caso de lesiones personales y daños materiales.

Esta guía práctica le presenta algunos campos de aplicación importantes de la termografía y le muestra cómo es posible optimizar sus procesos de mantenimiento y la disponibilidad de las instalaciones con ayuda de las cámaras termográficas.